No se quema con basura, siempre algo hay en su galera, vive loco en su cordura y siente más que cualquiera. Su droga es vivir a pleno, se pica con humildad, fuma consejos ajenos y aspira sinceridad. La vida lo educo a los bastonazos, y a veces la muerte también. Tuvo como profesor a un diablo bien pirata que le enseñó que la vida no siempre es ganar. El lo aprendió, lo masticó y por fin supo llorar.-