Desde hoy he prohibido a mis ojos el mirarte de nuevo a la cara. Tienes algo que acaba conmigo, que a mi mente de mi alma separa.
Tengo que renunciar a quererte antes que ya no tenga remedio. Y basta ya de tu inconsciencia, de esta forma tan absurda de ver a diario como echas a la basura mi corazón lo que te doy, con tanta fe de ver en ti felicidad.
Me llevaré la dignidad de no caer más en tu juego, haré de todo mi interior nuevos senderos y lloraré hasta lograr que algún día ya no te pueda recordar.