Sería como un pequeño lugar de egocentrismo en el edificio "Yo" de la calle "Siempre".Un sitio donde jugar a quererme sea una ley y esté obligada a no llorar. Donde mis sueños se hagan realidad solo con cerrar los ojos. Un santuario. Un lugar pequeño y seguro en un mundo de egoísmo. Como un oásis en un cálido desierto; como un beso entre mis lágrimas. Un reducto de paz donde podría parar a pensar en como ser mas felíz. Donde el dolor no existiera. Donde las lágrimas se negaran a salir por miedo a molestar. Un pequeño rincón de amor propio.

12.10.11

Ella despertó, abrió los ojos a un nuevo mundo. Su perspectiva del mundo era diferente, ni siquiera el color de sus ojos era el mismo. Ahora el brillo del valor los hacia resaltar por encima de todo. Sus pasos golpeaban el suelo con mayor firmeza que el choque de dos imanes procedentes de la misma pieza.
De su primera vida solo recordaba que el miedo la impidio romper barreras, la paralizo cuando estaba preparada para sacar sus alas y echarse a volar. Ahora eso no la frenaba. Sus manos sujetaban con consistencia el plano de su nuevo camino. Un camino que ella misma había dibujado. Un camino con un trazo sólido, una camino con una profundidad imborrable.
Ahora su mirada estaba fija en el presente. Olvidaba el pasado una vez que habia ocurrido & el futuro era algo que no la inquietaba. Su único interés era no volver a dudar entre dos direcciones. Sólo anhelaba tener un rumbo.
No le suponía ningún problema andar sobre cristales rotos o sobre lava hirviente porque no desconfiaba de su nueva fuente de fuerza.


Puede que algún día yo sea esa chica.