Sos, soy, somos necios. No podemos pedir el cielo y no hacer ningún sacrificio, derramar alguna lágrima. Vivir sin sentir. No podes hacer oídos sordos al silencio, ni gritarle a la furia. Se escapa. Se va. Se te fue el tren.
¿De qué me sirven las palabras; el perdón; el reconocimiento del error?: De nada. No cambia nada, no quita nada, sigue todo igual. Las palabras que son dichas y no ejercidas no me sirven. No te sirven. No sirven. No servís. Y a mí, ¿De qué me sirve que me entiendas? Al fin y al cabo, no cambia nada.Vos no entendes lo que es querer, lo que es jugarse. Y yo tampoco, pero intento sentirlo, arriesgarme. Jugar para no perder.