Un panfleto supo dar cierto coraje y supiste ser mi enano y mi gigante, pasé de esconderme a querer profanar las puertas del Edén y pisé en falso en la estación de tren. Y tu tiempo me dijo al oído "estoy clausurado para el que no pelea", despertando el otro lado de la moneda.
Un panfleto supo dar cierto coraje y supiste ser mi enano y mi gigante. Sentí que el destino esperaba jugarme a matar o morir, vencí a esa extraña que supo habitar en mí. Ésta mujer sensible NO cruza los brazos, no cree en refutar leyendas, demostró que tu amor no lo gana cualquiera.