Sería como un pequeño lugar de egocentrismo en el edificio "Yo" de la calle "Siempre".Un sitio donde jugar a quererme sea una ley y esté obligada a no llorar. Donde mis sueños se hagan realidad solo con cerrar los ojos. Un santuario. Un lugar pequeño y seguro en un mundo de egoísmo. Como un oásis en un cálido desierto; como un beso entre mis lágrimas. Un reducto de paz donde podría parar a pensar en como ser mas felíz. Donde el dolor no existiera. Donde las lágrimas se negaran a salir por miedo a molestar. Un pequeño rincón de amor propio.

16.10.12

Que se hayan inventado Las Pastillas del Abuelo ♥

Soy una princesa, de almafuerte, y por cierto me siento bastante envuelta en soledad.
Las personas suelen criticarme por decir que soy maldita y cortamambo, clásica y moderna, porque mi momento perfecto en el día es sólo en sueños.
Mi anterior relación sentimental fue un fracaso, mil veces me pregunté "¿Qué carajo es el amor?". Y más ahora, que pertenezco a una lucha contra viento y marea.
En este momento quisiera estar en el country de la soledad, para olvidarme de todos los males y poder "olvidarme de que lloro por los que no me aman, y amar a quien llora por mi".
La vida es una vuelta de tuerca, constantemente, y por más de que esté loca por volverlo a ver, hay que vivir a conciencia esta elección.
Mi vida esta compuesta de tantas escaleras... Peldaño por peldaño en vez de ir a la cima llego a un atajo al infierno
Desde la postura cuerda analizo que los camdombes de resaca, candombes locos y demás candombes, son sólo confusiones para la intención de arreglar la mente. Porque por más que muchas veces me pregunte cómo pudo entrar en mí (el casado), nunca voy a encontrar la respuesta, ni respuestas de nada, porque es un eterno tiempo de sufrir por amar y envejecer.
Me juego el corazón, eso sí, siempre. Porque me han dicho que en algún lado, quizás, este esperándome.
Solo te pido que soportes mi crisis, porque no decís nada y uno es esclavo de lo que calla.
Es que hay algo de vos, lo que no se ve, que me convierte en una auténtica diosa de la transformación. En un no sé qué, lo más fino, lo más lindo, muchas cosas que me resulta imposible no consumirlas y así llegar a ser otra persona acompañada de un viejo karma.
Somos oportunistas de un viejo cowboy, de un ratón, que nos maneja y nos hace auto-preguntarnos "¿qué vicios tengo?".
Cuando nos conectamos somos como Sabina y Piazzola, como Osiris. No quiero perderte.
Por favor, decime qué es Dios, porque antes de terminar en la cerveza prefiero saber si quiero tener razón o ser feliz para no seguir preguntándome lo mismo: "¿QUÉ HAGO YO ESPERANDO UN PUTO AS?"