Sería como un pequeño lugar de egocentrismo en el edificio "Yo" de la calle "Siempre".Un sitio donde jugar a quererme sea una ley y esté obligada a no llorar. Donde mis sueños se hagan realidad solo con cerrar los ojos. Un santuario. Un lugar pequeño y seguro en un mundo de egoísmo. Como un oásis en un cálido desierto; como un beso entre mis lágrimas. Un reducto de paz donde podría parar a pensar en como ser mas felíz. Donde el dolor no existiera. Donde las lágrimas se negaran a salir por miedo a molestar. Un pequeño rincón de amor propio.

25.6.12

Él pintaba mariposas donde ya no había colores.
Él perfumaba con dulzura el aire tan contaminado de rencor. 
Él le mostró un mundo desconocido, tan irreal, casi adictivo.
Él no prometía un futuro, sabía que ella no lo necesitaba.
Él sólo le regalaba un presente, lo real, nunca fantasías.
 Él era todo lo que ella siempre había soñado