Sería como un pequeño lugar de egocentrismo en el edificio "Yo" de la calle "Siempre".Un sitio donde jugar a quererme sea una ley y esté obligada a no llorar. Donde mis sueños se hagan realidad solo con cerrar los ojos. Un santuario. Un lugar pequeño y seguro en un mundo de egoísmo. Como un oásis en un cálido desierto; como un beso entre mis lágrimas. Un reducto de paz donde podría parar a pensar en como ser mas felíz. Donde el dolor no existiera. Donde las lágrimas se negaran a salir por miedo a molestar. Un pequeño rincón de amor propio.

21.10.12

Hablemos. Hablemos bien. Si te pregunto cómo andas no me respondas 'bien, ¿y vos?' No. Decime que estás mal. Decime qué te pasó hoy. Qué te cagó el día. Contame, en serio. No soy buena dando consejos, a lo mejor (a lo mejor no, en serio que soy malísima), pero te escucho. Eso sí sé hacer. En mí podes confiar. Abrite, puedo ver más allá de lo que me decís con las palabras. No es sólo eso, lo que te pasa va más allá, en cómo lo pronuncias, en cómo lo escribís.
Dale, sincerate, en serio. 
No me digas 'bien'. Primero pregúntate, reflexionalo, vacíate. Te escucho. Estoy acá.

(A veces debería seguir lo que yo misma escribo)