No tengo todo calculado,
ni mi vida resuelta.
Solo
tengo una sonrisa,
y espero una de vuelta.
Acá no estamos hablando de sufrir, de llorar ni de nada, acá estamos
hablando de pasarnos la vida amargándonos por cosas sin sentido, por cosas que
vienen y se van, no por cosas que se quedan. La vida es un rato que tenemos
para jugar, y hay que estar dispuesto a jugar lo mejor que podamos para ser
felices, no se trata de vivir pensando, analizando cada momento y situación, se
trata de VIVIR. Soy las ganas de vivir, las ganas de cruzar. Las ganas
de conocer lo que hay después del mar. Yo espero que mi boca nunca se calle (o aunque sea tenga el coraje de hablar) también espero que las turbinas de este avión nunca me fallen.